Laminación e impregnación de films plásticos, papeles y tejidos

En el proceso de laminación e impregnación, donde se requiera la utilización de resinas y barnices basados en disolventes, se genera un aire contaminado con una concentración de estos disolventes que puede oscilar dependiendo de los sistemas de impregnación y del tipo de resinas y barnices utilizados.

Los disolventes habitualmente utilizados en estos procesos son butanona y acetato de etilo. La mezcla final de resinas con disolventes tienen entre un 30-40% de sólidos. El disolvente se utiliza como agente regulador de viscosidad.

El aire contaminado generado en el proceso procede de la extracción forzada de la propia cubeta de impregnación del film o papel y del horno de precurado, donde se realiza la eliminación del disolvente y una pre-catálisis de la resina o barniz impregnado. Ambas emisiones son conducidas a un único conducto que las lleva hasta el termorreactor.

El termorreactor depura los gases eliminando los compuestos orgánicos, presentes en una concentración de 5 a 6 g/Nm³, 

mediante un proceso de oxidación térmica. Este proceso es exotérmico y, por tanto, los gases depurados salen por la chimenea a una temperatura de unos 120 a 150 ºC más alta que la de entrada. Gracias a este desprendimiento de calor, puede realizarse la depuración de los gases sin ningún consumo energético en el quemador (funcionamiento autotérmico).

Para aprovechar la energía desprendida en la oxidación de los compuestos orgánicos, una parte de los gases calientes que salen del termorreactor son introducidos en los hornos de precurado de la máquina de laminación y en el horno de postcurado de los materiales laminados. El caudal de gases enviado a los hornos está regulado por medio de válvulas de mariposa controladas electrónicamente en función de la temperatura de los hornos.

El estudio preliminar de las concentraciones de contaminantes, temperaturas y caudales de los gases ha sido fundamental para el diseño final especifico de la instalación, generando gases de salida limpios con un grado de humedad que no perjudica en su posterior utilización en los hornos indicados y a una temperatura de salida suficiente para permitir su empleo como medio de calentamiento.

Con esta instalación se obtienen las siguientes ventajas:

  • El termorreactor se ha diseñado para que sea autotérmico con una concentración de disolventes en los gases a depurar de 3 g/Nm³. De esta forma, la necesidad de un aporte energético queda reducida a los períodos de arranque del equipo.
  • Valorización energética de los residuos gaseosos contaminantes con la consiguiente reducción global del aporte de energía necesario para el calentamiento de los hornos de precurado y postcurado.
  • Adecuación a la normativa sobre emisiones contaminantes.
  • Amortización de la inversión en un corto período de tiempo.

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